¡Muy buenos días mis pequeños lectores!
Este post tenía pensado publicarlo ayer, pero, debido al resfriado, lo he tenido que publicar hoy porque he estado en cama toda la noche.
En esta ocasión traigo para ustedes las reseñas de ambos libros de Sara Herranz, que son ''Todo lo que nunca te dije lo guardo aquí'' y ''La persona incorrecta'', ambos publicados por la Editorial Lunwerg, y cuyos precios oscilan, el primero sobre los 16'30 euros, y el segundo sobre los 19'18 euros, en España. Es verdad que pueden parecer muy caros, sin embargo, valen muchísimo la pena.
Un paseo por el mundo de las relaciones sentimentales, del enamoramiento al desengaño, pasando por rupturas dramáticas que rompen el corazón en mil pedazos, algo de sexo, fiestas y alcohol para olvidar. Al final, de nuevo el amor, quizá esta vez sea el verdadero. A través de sus sencillos dibujos en negro, blanco y un toque de rojizo, relata la historia que podría sucederle a una chica cualquiera en una ciudad cualquiera.
Ya la sinopsis lo está diciendo todo claramente. Durante el transcurso de la historia, os muestran las fases que existen en una ruptura/desamor. No os haré mucho spoiler sobre ello, pero me sentí totalmente identificada con este libro, y no es una historia que sólo le podría pasar a chicas, sino también a hombres que se hayan enamorado y, luego, cuando se acaba el amor, sufren por la ausencia de esa persona especial. Te muestra cómo se puede pasar del ''te echo muchísimo de menos'' al ''No me importas'', y, asimismo, cómo aparece una segunda persona cuando menos te lo esperas, quien se va haciendo hueco en tu corazón, produciéndote temor. Ese temor a volverte a enamorar.
''A veces llega despacio,
sin prisa,
sin fuegos artificiales.
Son pequeños gestos.
Tu mano en mi frente
en mis días malos [...]''
- Sara Herranz.
Los temas recurrentes de la obra de Sara Herranz vuelven a cautivar al público en una historia de pareja contada a través de un cruce de puntos de vista sorprendente e inesperado: distintas miradas sobre los mismo hechos y sentimientos desbordantes. ¿Qué tienen en común dos personajes aparentemente tan dispares? Ambos anhelan lo mismo: amar y ser amados.
En el segundo libro, los personajes han madurado. Se van notando poco a poco las líneas de expresión que se asoman bajo los párpados, cansados. Asimismo, las frases parecen una crítica a la manera de relacionarnos los jóvenes de hoy en día. Ya no entablamos conversación como lo hacían antes, preferimos más comunicarnos a través de la pantalla de un móvil u ordenador. Nos desesperamos al no recibir respuesta, y enloquecemos cuando nos dejan con el doble check de color azul.
''Que la insatisfacción nos domina
desde que nos levantamos.
Que llenamos nuestra vida con tonterías
por miedo a no decir lo que de verdad importa [...]''
- Sara Herranz.
Nos estamos volviendo vagos, y lo vamos dejando todo para hacer en el último momento o, a veces, ni llegamos a hacer lo que de verdad deseábamos. Parece que a veces estamos esperando a que alguien nos lo de todo hecho.
Nos olvidamos de las personas que tenemos a nuestro alrededor, y si pensáis que no es así, paraos en la calle o en alguna cafetería y contad cuántas personas veis con el móvil, enganchados. Seguramente os sorprenderéis de ver hasta personas que aparentemente están cenando juntas, y ambas están con el móvil, sin llegar a entablar conversación entre ellos.
''Consideramos que nuestro dolor es más importante
simplemente porque es nuestro.
¿Somos unos egoístas?''
- Sara Herranz.
Vivimos quejándonos de la propia vida que nos ha tocado y, a veces, no somos capaces de buscar soluciones. Miramos por nosotros mismos, y cada día nos estamos volviendo más egoístas.
Además, según la propia Sara, se trata de ''dos protagonistas que se reencuentran pasado el tiempo; y, a partir de ahí surgen reflexiones sobre la vida, las relaciones, el amor, y el paso del tiempo''.
En conclusión, ambos libros me enamoraron desde el primer día que los vi. Siempre quise tenerlos en mi librero, pero no fue hasta este año cuando pude tenerlos en mis manos. Todas sus ilustraciones son sencillas, compuestas por el color negro, blanco, y pinceladas de rojo. A veces, me daba la sensación de que la propia autora escribía sobre su propia vida, pero ella misma ya ha hablado de ello, y ha confesado: ''Al final es que yo escribo sobre mí, aunque es ficción. Es una historia que no me ha pasado en mi vida, hay mucho de ficción en ella. Pero, supongo que mi punto de vista está ahí, y, en ese sentido, no deja de ser una prolongación de lo que te rodea [...]''.
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